Novedades en fibromialgia e hipnosis
Aproximadamente, el 75% de la población manifiesta una reducción significativa del dolor después de una sugestión hipnótica de analgesia, tanto en el entorno clínico como con el dolor inducido de forma experimental, independientemente de la fuente del dolor [1]. En el caso de la fibromialgia, la hipnosis asociada a terapias cognitivo-conductuales ha demostrado su utilidad como herramienta para el control del dolor [2]. En metaFour también hemos utilizado este enfoque con grandes resultados en el alivio del dolor en la fibromialgia [3, 4, 5].
Un estudio reciente de Stuart Derbyshire y colaboradores, ha mostrado resultados inesperados en relación con la actividad cerebral y la percepción del dolor en la fibromialgia y en el dolor experimental provocado [1]. En estudios previos, la capacidad de la hipnosis para aliviar el malestar en la fibromialgia, se vio reflejada en la actividad cerebral en áreas de la corteza relacionadas con el dolor [6]. En este nuevo trabajo, los investigadores decidieron estudiar las modificaciones de la actividad cerebral provocadas por las sugestiones con hipnosis y sin hipnosis en un grupo de pacientes con fibromialgia altamente hipnotizables, comparándolas con las de un grupo control de voluntarios sanos altamente hipnotizables a los que se sometía a dolor experimental provocado mediante temperatura.
En ambos grupos, los datos conductuales recogidos de la experiencia de control del dolor fueron similares, aunque, como se ha visto en estudios anteriores, los resultados fueron ligeramente superiores cuando las sugestiones se administraban en hipnosis.
El hecho de que las diferencias conductuales entre administrar las sugestiones con hipnosis o sin hipnosis sean pequeñas, ha servido para que algunos investigadores cuestionaran la existencia de un "estado hipnótico", como un estado de consciencia diferente de la vigilia, atribuyendo los cambios observados en la hipnosis simplemente a las expectativas del sujeto hipnotizado, a sus creencias y a la asunción de un rol, en un contexto hipnótico.
Lo llamativo de este estudio, es que, encontrando como otros autores un comportamiento similar en el manejo del dolor en ambos grupos, tanto con hipnosis como sin hipnosis, Derbyshire y colaboradores muestran que la modificación de la actividad cerebral, medida mediante resonancia magnética funcional, implica vías completamente diferentes en cada uno de los grupos.
En el caso de las pacientes con fibromialgia, el aumento del dolor implica un aumento de la actividad cerebral en las zonas de la corteza asociadas con el dolor, como es de esperar. Sin embargo, en el grupo del dolor inducido de forma experimental, el aumento del dolor no aumenta la actividad cerebral en las zonas asociadas al dolor. En cambio, la actividad en estas zonas disminuye, como disminuye en otras zonas asociadas al procesamiento cognitivo, al contrario de lo que ocurre en las pacientes con fibromialgia.
Aun considerando, como hacen los autores, las diferencias que pueden existir entre la experiencia con el dolor de pacientes y voluntarios, el hecho objetivo que hay que tener en cuenta es que dos respuestas conductuales similares son el reflejo de una actividad cerebral completamente diferente. Por lo tanto, se demuestran diferentes mecanismos de sugestión en pacientes y voluntarios, lo que no sería evidente únicamente con la información conductual.
La fibromialgia es una enfermedad dura y compleja. A pesar de que la hipnosis se ha demostrado como una herramienta útil, todavía son necesarios más estudios científicos que poco a poco vayan arrojando luz sobre las causas y mecanismos de esta enfermedad.